El Síndrome de Tourette, es una condición que comienza a aparecer desde la infancia, sin embargo, con la ayuda de los padres, los tics asociados pueden llegar a volverse más leves o a desaparecer en su totalidad en la medida que los niños van acercándose a la edad adulta.
¿Qué Es El Síndrome De Tourette?
Lo que Vamos a Ver:
El síndrome de Gilles de la Tourette, se constituye como trastorno neurológico en el que se presentan movimientos repetitivos o sonidos no deseados, es decir, de forma involuntaria, conocidos como tics, que la persona no puede controlar de forma fácil.
Los tics, pueden incluir repetición de ciertas palabras, parpadeos, ladridos, sacudidas, carraspeos o tos. En otros casos, se pueden presentar personas que repitan de forma continua obscenidades, aunque, por lo general, este tic suele ser poco común en quienes padecen el Síndrome de Tourette.
Causas Del Síndrome De Tourette
Actualmente, se desconoce la causa del Síndrome de Tourette, sin embargo se han identificado investigaciones que lo mencionan como un trastorno genético. Esto se refiere que, durante el traspaso que realizan los padres a los hijos de los genes ocurren cambios en los mismos o puede surgir durante el desarrollo en el vientre de la madre.
► Se mencionan la existencia de cambios en el cerebro, posiblemente expresado en problemas de las células nerviosas para comunicarse o a un desequilibrio en las sustancias químicas del cerebro, que son las que envían las señales de los distintos nervios de una célula a otra, también conocidas como neurotransmisores.
El Síndrome de Tourette, suele ser más común en niños que en niñas, teniendo inicio en la infancia, pudiendo empeorar durante la adolescencia. Sin embargo, muchas personas eventualmente superan este trastorno.
Síntomas Del Síndrome De Tourette
La aparición de los síntomas en niños comienza entre los 5 y los 9 años de edad, presentándose dos tipos de tics asociados al Síndrome de Tourette, pudiendo ser simples o complejos:
- Tics de tipo motriz: se definen como movimientos incontrolables y repentinos, tales como: pestañeo exagerado, sacudidas de cabeza, muecas u hombros encogidos.
- Tics de tipo vocal: los cuales pueden ser como: aspirar por la nariz, o murmurar o aclararse la garganta.
Estos a su vez pueden dividirse en simples o complejos:
- Los tics de tipo motriz simples, generalmente involucran solo un grupo de músculos, como hacer muecas o pestañear.
- Los tics de tipo motriz pero complejos, habitualmente involucran más grupos musculares y pueden simular una continuo de movimientos, como lo puede ser tocarse manera repetida a una persona o una parte del cuerpo. Podría presentarse casos, en el que el tic pueda generar daño a la propia persona.
- Los tics de tipo vocal simples, podrían ser aspirar por la nariz, aclarar la garganta o gruñir.
- Los tics de tipo vocal complejos, podrían incluir la repetición de las palabras que dicen otras personas, gritos o decir obscenidades de forma involuntaria.
Bajo ciertas condiciones, como ansiedad o niveles elevados de estrés, los tics pueden agravarse, ser más frecuentes o más extensos. Inclusive, existen situaciones en las que el tic cambia por otro.
Comorbilidad Con Otros Trastornos
Entre los trastornos que se encuentran asociados al Síndrome de Tourette, encontramos:
- Trastornos por tics
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Trastorno de Déficit de Atención (TDAH)
- Dificultades de aprendizaje
- Trastornos del sueño
Tratamiento Del Síndrome De Tourette
Para poder determinar el tratamiento más oportuno para los pacientes con Síndrome de Tourette, es necesario determinar en primera instancia, cuales síntomas generan más limitaciones, para así poder elegir los medicamentos y terapias más acordes al caso.
Aunque no existe una cura, sí existen medicamentos que favorecen el control de los tics que son causados por la condición, principalmente para aquellos que generan dolor lesiones o interfieren con las actividades habituales. Sin embargo, en ocasiones, las personas afectadas no presentan tics que les ocasione interrumpir sus actividades diarias y, por ende, no requieren tratamiento.
Una buena herramienta para su manejo es, informar a los compañeros de estudios, de trabajo y a docentes, ya que el conocimiento puede facilitar la comprensión sobre los síntomas disminuyendo las burlas y el estrés generado en las personas con esta afectación, y aumentando el apoyo recibido.
